Cuidar los pies en invierno es fundamental. Las bajas temperaturas típicas de los meses de invierno son un factor de riesgo para su salud, por ello es necesario tomar algunas precauciones para evitar complicaciones. Especialmente en colectivos vulnerables como las personas mayores o los niños. Y es que, hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas pueden provocar grandes estragos en nuestro cuerpo.
Una de las principales dolencias derivadas del frio que pueden sufrir nuestros son los sabañones. Para evitar esta dolorosa patología y otras asociadas al frío, como dermatitis o eccemas, desde Amarpies hemos seleccionado estas 8 recomendaciones básicas para cuidar de tus pies en Invierno. ¡Apúntalos!
Recomendaciones para Cuidar los pies en invierno
- Utiliza calcetines de fibras naturales preferiblemente algodón o lana, pues ayudarán a que tus pies transpiren.
- Utiliza un calzado adecuado, como el de Amarpies. Es importante que sea de la talla correcta y que no apriete, para no dificultar la circulación. Además, es preferible que sea de materiales transpirables, y con una suela gruesa que aísle de nuestros pies del frio del suelo.
- No pases mucho tiempo con los pies inmovilizados. En el caso de que sea inevitable, se recomienda masajearlos periódicamente y realizar ejercicios específicos que ayuden a activar la circulación.
- Evita cambios bruscos de temperatura. Cuando llegamos de la calle con los pies muy fríos, no debemos acercarlos directamente a fuertes fuentes de calor, como podrían ser estufas o bolsas de agua caliente, pues se puede potenciar la aparición de sabañones debido a los bruscos cambios de temperatura.
- Evita el consumo de ciertos productos. Por ejemplo, el alcohol contribuye a la deshidratación de la epidermis y, en consecuencia, también aumenta el riesgo de aparición de sabañones. El tabaco, por su parte, dificulta la circulación por la nicotina. Además, existen otros productos de los que no es conveniente abusar, especialmente si se padece alguna anomalía.
- Presta especial atención al secado de los pies después de su lavado y a su posterior hidratación con cremas, aprovechando para masajearlos y así estimular la circulación.
- Incrementa el consumo de agua y de ciertos alimentos. Una buena hidratación evitará que los pies se enfríen, y productos como la cayena, la canela o la pimienta, y algunas vitaminas como E, K y C también pueden potenciar una circulación favorable.
- Evita malas prácticas deportivas. Es muy importante prestar especial atención a la forma de andar y correr, pues, con las bajas temperaturas, se intensifica la facilidad de lesionarse o sufrir algún tipo de alteración biomecánica.